
Juramentos de barra, coleguitas de una sola noche, amores sin cara ni nombre, vidas al ritmo frenético de una montaña rusa. Las noches se convierten en el único escenario donde tu vida tiene pleno sentido, un lugar donde buscar un buen cuelgue, un colocón, un ciego de cojones, un viaje al otro lado de la realidad. Sensación de felicidad a bajo coste, oferta de lanzamiento al
mundo feliz; demasiado buena (y fácil) como para dejarla marchar.
Nunca rechaces una invitación, la primera y la última, me voy en media hora… pero ahora amanece y estamos aquí con la memoria fragmentada por lo ocurrido. Nos
dejábamos llevar por cada una, buscando experimentar más allá de lo permitido por los códigos. Al fin y al cabo, tan solo esperábamos encontrar la magia.
Dedicado al Sr.M
2 comments:
Simplemente brillante,con ese aire depresivo que tu y yo tan bien conocemos.
Siempre hemos sido muy de dejarnos llevar por vicios y por amigos de la noche, cuando volveremos a sucumbir a sus pequeños placeres? sólo el tiempo lo dirá, elemental querido Pablo.1besete guapo
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