"Antes era un loco, después estuve loco por ti"
Jack London
Jack London
Ahí estaba sentado en un sitio diferente cada noche, esperando que aquel nuevo amigo escuchase su historia. La misma reflexión en torno a una botella, siempre a medio camino, sobre la vida... nunca variaba el tono ni el discurso, no esperaba aplausos ni palmaditas en la espalda. Ya no esperaba nada, pues aquella triste historia era ya lo único que le quedaba del mundo real.
Miles de pequeñas historias andan girando de bar en bar, de tasca en tasca, de taberna en taberna buscando nuevos oídos. Como Marlowe, Scott Fitgerald, Quevedo o Bukowski, desesperaban su vida en alcohólicos trazos tal vez menos líricos pero no por ello menos humanos.
Miles de pequeñas historias andan girando de bar en bar, de tasca en tasca, de taberna en taberna buscando nuevos oídos. Como Marlowe, Scott Fitgerald, Quevedo o Bukowski, desesperaban su vida en alcohólicos trazos tal vez menos líricos pero no por ello menos humanos.
